Zepelín de Alumnas Socialmente Cabreadas y Asqueadas



domingo, 29 de mayo de 2011

La fuente de la vida

Todo caduca. O mejor dicho, todo lo que existe. La naturaleza viva o muerta tiene caducidad, hasta las rocas, los volcanes y los agujeros negros. Nuestra mortalidad, nuestra finitud, es nuestra esencia; para lo bueno y para lo malo. Pero nos aburrimos de nuestra caducidad, la tememos y a la vez nos provoca curiosidad. Intentamos desde que somos lo que somos convencernos a nosotros mismos de que existe la inmortalidad: dioses, magia,... y creamos cosas eternas, seres a los que desearíamos y a la vez temeríamos: los vampiros, la eterna juventud. Porque es inalcanzable.

¿Cuál es la fuente de la vida, de la juventud? ¿El amor? Bullshit. ¿Dios? Bullshit. ¿Los sueños? Bullshit. Sí, lo son. Porque todo ellos es caduco y efímero, salvo Dios, ser eterno creado por nosotros para romper nuestra monotonía, nuestro miedo, nuestra soledad; nuestros sueños tendrían sentido, se escucharían nuestras voces, y al morir alguien nos recibiría con los brazos abiertos.

Precisamente, o al menos para mí, es el amor y la amistad lo más caduco y efímero de todo (quizá inversamente proporcional a su intensidad). A mí nunca me ha durado, en su estado puro, más de dos años. Imagina entonces lo que opino del matrimonio...

Pero queda algo... cambiando de pareja cada poco tiempo, sería más difícil tener hijos, o al menos que éstos crecieran con un mínimo de estabilidad, que es lo mínimo que un niño necesita. Pero piénsalo, ¿acaso tus genes son tan buenos como crees? ¿Todo el mundo debería reproducirse? ¿Para qué?

Keats te explicará lo que pienso (en estos momentos) con mucha más concisión y lirismo de lo que yo pudiera tener:

"Thou wast not born for death, immortal Bird!
No hungry generations tread thee down."

Si aprecias a alguien, goza de su compañía un tiempo, lo más breve posible. Y luego déjale marchar.


Maat

1 comentario: