Zepelín de Alumnas Socialmente Cabreadas y Asqueadas



domingo, 17 de junio de 2012

(des)motívate

Mirar páginas de búsqueda de empleo es sinónimo de desmotivación personificada. Es aciago el momento del día en el que piensas "voy a mirar como está el percal a ver si me saco unos eurillos al año próximo" y le echas un ojo a las susodichas páginas. La primera impresión es de aburrimiento, sólo buscan comerciales y programadores, qué tela, voy dos páginas más adelante. Pero vas dos páginas, y tres, y veinte, y no hay cambios.

A este punto te mosqueas. Tú ni estás preparado para eso ni te interesa. Continúas buscando y dejas de filtrar según las ofertas de trabajos que "te gustan" o que "podrías hacer" y miras las que no requieren experiencia. Automáticamente, desaparecen el 70% de las ofertas. Miras las que quedan. Se buscan jóvenes ambiciosos para trabajar de promotores, excelente imagen, alta remuneración, capacidad de trabajo en equipo, para nueva campaña de marketing del produc...dejas de leer. Querrías un dinero pero no quieres asaltar a la gente por Atocha para venderles mierdas o cuentas de banco. Lo que faltaba. Si eres una persona con un mínimo de conciencia social y ante la situación actual, verías más digno mendigar pan a Cáritas antes que trabajar de este modo para banqueros y multinacionales de publicidad que transmiten a través de estos trabajos la mentalidad macroempresarial, hoy llamada "cultura emprendedora", en la cual la agresividad y los máximos beneficios en el menor tiempo son la clave del vencedor, el que se queda con los despojos.

Y después de darte cuenta de que mendigarías antes que unirte a ello, empiezas a preocuparte. Porque sólo hay ofertas de ese estilo. O de "becas". "Becario en prácticas que quiera recibir formación gratuita en la empresa..." basta a este punto, basta. Se están riendo. Quieren que trabajes gratis y lo dicen sin tapujos.

Ya estás cabreado, pero empiezas a acojonarte. No hay nada. No hay oportunidades. Ni de camarero, aunque bueno, lo entiendes, no tienes experiencia. Pero luego ves que hasta a los pobres camareros les piden "inglés bilingüe". ¡¡¡BILINGÜE!!! Pero si ninguno de los presidentes del Gobierno de España sabe Inglés...aquí huele a podrido. Apesta.

Y después de haber mirado todo lo que no tiene que ver con lo que quieres hacer en tu futuro, te asustas, porque tú tienes título pero no experiencia, y tu campo es muy minoritario. Pocos tienen éxito, y tú sueñas con dirigir un museo. Y te pones a buscar de lo tuyo. Te desesperas. Te desmoralizas. Las ofertas de trabajo llevan caducadas 2 años o se limitan a ser de "auxiliar de la tienda de museo". Y las pocas que hay, son trabajo temporal.

Parece ser que el pescado está vendido. O mejor dicho, nuestro país. Lo sabíamos ya, pero esto ha sido ya la traca final. Rescate. Austeridad. Depresión. Recesión. Paro. Paro. Paro. Trabajo no pagado. Paro.

Y ya, definitivamente asustado, en crisis personal, te descargas un manual de alemán y otro de francés. Pa empezar a allanar el camino a la emigración, no más. Pero también decides tomarte en serio los estudios. Porque hay la mitad de becas que ayer, y se las van a llevar los grandes. Y hay que ponerse las pilas. Porque, a pesar de todo, los jóvenes tenemos un proyecto de futuro, y unas expectativas. Y salgan bien o mal, acabemos donde acabemos, nadie nos podrá decir que no lo hemos intentado. Porque yo voy a intentar llevar a cabo mi proyecto de futuro, cueste lo que cueste. Y sé que vosotros también.

Entre otras cosas, porque no tenemos muchas más opciones.
Interprétenlo como deseen.

Una oportunidad nace en el cruce de la suerte y el trabajo.
Y que la inspiración te pille trabajando.


Todo es ponerse.