Zepelín de Alumnas Socialmente Cabreadas y Asqueadas



domingo, 10 de abril de 2011

Crítica a un hombre utópico (no he podido evitarlo)


Tras leer el último artículo de mi colega parnasiana Atenea, "Crítica a una mujer utópica", no he podido evitarlo: el espíritu de Payayo ha vuelto a poseerme... Y así me dispongo a freír el refrito.


La mujer siempre ha sido "la musa", pero ahora ya no basta con estar buena: hoy en día para impresionar a un poeta hay que dejar de depilarse el bigote. Dejar de teñirse, comprarse tacones, maquillaje, depi-lady, y ropa ajustada, le ahorraría a Cameron Díaz aproximadamente 1000€ al mes; que el autor de ese maravilloso texto utópico la viera en chándal, con canas, con arrugas, sin pintar y con pelos en las piernas, no tiene precio.


Lo más gracioso es que al parecer ahora tienes que elegir: o a la bigotuda-auténtica, o a la tetona-plasticosa. "Challenge accepted!" dirán muchos. Nos ha jodido Mayo con las flores. Si yo tuviera que elegir entre el biceps-lobotomizado, y el gañán-michelínico, me quedo con el gañán. Es mucho más sexy y tiene "el dulce sabor del hombre exquisito" (sin comentarios). Así que chicos, ya sabéis: nada de pesas, ni desodorante, ni controlar el instinto de macho ibérico (challenge accepted!). Nosotras haremos lo mismo.


Un mundo lleno de obesos grasientos y entrañables, o de culos prietos y bulímicos. Si te maquillas o haces pesas la has cagado: te has pasado al lado oscuro, y eso ya no tiene vuelta de hoja. Lo importante está en el interior, ¿no? (¿de verdad Bella se habría casado con Bestia si no se hubiera transformado en un príncipe buenorro?) La culpa de todo la tiene Disney. ¡Malditos!

No hay comentarios:

Publicar un comentario